Ser un orgullo para su mamá y su familia, fue uno de los sueños que el abogado Antonio José Lizarazo Ocampo se trazó desde que pisó las aulas de la universidad. La forma de lograrlo fue mediante su elección como Magistrado de la Corte Constitucional colombiana, que sin necesidad de coimas, mermelada o “almuerzos”, obtuvo.
Dejó entrever con esta dedicada postulación, que su ejercicio en el derecho es transparente y que su único interés es realizar su trabajo con ética, atendiendo las necesidades de su país.
Por estas razones, la Universidad Libre convocó a familiares y funcionarios de la rama judicial para celebrar junto a él, este nombramiento que surtió grandes retos.
El camino…
El primer reto fue lograr que el Consejo de Estado lo nominara. En principio se inscribieron 40 aspirantes, luego los consejeros mediante votación seleccionaban 15, de estos últimos se volvía a votar para definir 5 candidatos, finalmente pasaban a la segunda ronda hasta definir la terna (3 candidatos) que llegó al congreso de la república.
Uno de los momentos que mayor expectativa generó esta elección, fue la audiencia que se realizó en el congreso, pues durante tres horas, los candidatos atendieron preguntas de los decanos de las facultades de derecho en el país, seguidamente resolvieron inquietudes de los ciudadanos y finalizaron con los congresistas, que para destacar, se mostraron interesados en discutir a fondo el papel de la corte y el pensamiento de los candidatos en los temas más sensibles que vive Colombia.
Sus estudiantes, su región
Tal vez uno de las premisas más importante de este unilibrista, es que esta casa de estudios forme espíritus libre, críticos, con carácter para trabajar por sus convicciones, sueños e ideales, de ahí, que Lizarazo Ocampo invite constantemente a sus estudiantes a “cumplir los sueños con dedicación, perseverancia, esfuerzo, con trabajo, eso no se logra de la noche a la mañana” mencionó.
Finalmente, no cabe duda que poner en el escenario nacional a un hijo de Norte de Santander comprometido y convencido de que las oportunidades llegan y se deben aprovechar, es un orgullo, por ello afirma que el más grande reto que ha tenido en su vida es este y que aspira a cumplirlo de la mejor manera posible para no defraudar a los nortesantandereanos, pues es la primera vez que un abogado de la región es elegido para este cargo.
La Universidad Libre de Cúcuta le desea éxitos en este nuevo rol.
Margarita P. Durán
Universidad Libre Seccional Cúcuta